lunes, 11 de octubre de 2010

Siluetas

Los elefantes vienen hacia mí. Ninguna voz de “Alto!” todavía los detiene. El calor se ha transformado sobre mi piel en helada líquida. Duele como arena por dentro respirar el sol. Los pulmones se declaran en huelga. Y siguen avanzando. Lo peor no es el miedo. Lo peor no será el dolor. La impotencia no es por saber que será lento. Todavía están a tiempo de deternerlos. En verdad, mi más profundo y hondo dolor son sus ojos; sus ojos desde allí, sus ojos sin consuelo. Están cada vez más cerca. Mi corazón quiere declararse inmortal de pena por cada lágrima suya. La eternidad no será suficiente para pagar el dolor que ocasioné: a ella en primer lugar, y al resto de mis esposas, preciosas gemas mágicas cada una de ellas. Ya vibran en mí sus languidescencias infinitísimamente tristes como partes de
recuerdos futuros. Ellas también están aquí, no falta ninguna. El terror de sus caras pareciera dar velocidad a la marcha de los elefantes. Estamos todos sumergidos en una espiral de fuego seco apocalíptico, y conciente.
Y entonces, de a poco, los sentidos se apagan. No se huele más en el aire el aroma sahumado. Los gritos y el bullicio se calmaron. Dejó de ser el calor; dejó de ser helado. El sol no encandila tanto ya; cada vez menos, y menos. La boca ya no está amarga, ni salada, ni seca. Y ya no duele. Por un segundo de eternidad. Sólo hubo nada. Y el alivio.
En un anteúltimo rasgo de conciencia pude capturar la imagen de las patas de los elefantes desde abajo, alejándose de mí.
Luego, sólo hubo languidez. Y sus ojos sin consuelo a mi lado. Hubo una noche casi eterna donde el canto vibraba sus lamentos entre las volutas de humo. Armónico. Lento. La tristeza hacía parecer al mundo como si no fuera más que un finísimo hilo celestigris. Sin fin. Y sus ojos. Y las siluetas de ellas, una tras otra. Lánguidas. Y ellas, tras otras, y otras. Y sus ojos. Tristes lánguidos. Sin fin.

12 comentarios:

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Me dejó tan sin aire, como lo que se muestra en el poema.

Uno de tus mayores logros.

En todo sentido.

**VaNe** dijo...

Seba: No será mucho che?
Gracias, muchas gracias por el halago. Beso.

Flor de Ceibo dijo...

Alucinantes imágenes. ¡FELICITACIONES!
Besos

**VaNe** dijo...

Flor de Ceibo: Muchas gracias!!! Besos!

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

insisto en que es una joya surrealista (aunque vos digas que sabés perfectamente lo que dice y que las imágenes son reales y blah blah blah...)

Releelo en un par de semanas y contame... yo lo volví a leer y el texto me volvió a mutar.

**VaNe** dijo...

Seba: Decís que te volvió a "mutar"; y me pregunto... mutar de mudo? o mutar de cambio? Como sea, es positivo que suceda cualquiera de ambas!!! jaja (chiste chiste!)
Gracias Seba! Beso

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Vane querida:

me volvió a mutar y cuando puse esa palabra me aparecieron esas dos acepciones y se me ocurrió un poema (ese día escribí seis al hilo...)

Cuando lo suba te etiqueto...

lunaroja dijo...

Realmente un texto brillante,donde dejas ver,todo un interior,quizás desde el inconsciente que te hace brillar.

**VaNe** dijo...

lunaroja: Valoro mucho tu mirada porque sabés de lo que hablo. Mi gratitud es infinita! Besos y abrazos por millones!

Daniela dijo...

me encanto!!! graficaste perfectamente un sueño o una realidad inconciente por la cual pase una vez, me emocione al leerlo, pero recorde. Hermoso,

**VaNe** dijo...

Daniela: de eso mismo se trata este escrito... somos dos entonces ;) Gracias por pasar!

WebStudioM dijo...

Solo me inspira recordar las 4 leyes de la espiritualidad en India:

- La persona que llega es la persona correcta.

- Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.

- En cualquier momento que comience es el momento correcto.

- Cuando algo termina, termina.

Excelente trabajo Vane!!! Muy fuerte!!