martes, 1 de septiembre de 2009

Guardianes anónimos

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No importaban ya las razones escritas ni las no escritas. Lo cierto es que se había dado por vencido; resultaba inútil tratar de despegar la espalda de la pared. Todo resultaba inútil: el intento y vencerse. La tortura no tenía fin. Para colmo de males, delante suyo alguien había colocado un espejador de insistires; por lo que cada intento se repetía por millones, que resultaban todos vanos y se convertían en millones de impotencias.
Hasta que por fin un día, el anaranjador de penumbras con sus quehaceres llegó al altillo y abrió la ventana. Una luz cálida inundó la habitación que permanecía desde hacía millones de días en penumbras. Recién en ese momento, el guardián pudo despegar la espalda de la pared. Nunca nadie supo que estuvo ahí, nunca nadie lo vió. Simplemente, el guardián de penumbras, en silencio, a buscar otra oscuridad se fue.
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10 comentarios:

Julio Cesar Nicolai dijo...

Una caverna puede estar oscura por siglos... pero iluminarse en un instante...

Marcela dijo...

Que lindo trabajo ser anaranjador de penumbras...
Y que lindo texto! Me gustó muchísimo.
Besos.

Secta dijo...

Muy bueno...

uno de los tantos personajes de lo fantastico de la realdiad q mueren por nuestros caprichos...

Besos

Mario dijo...

"un espejador de insistires"... "un anaranjador de penumbras". Estas frases ya son relatos...
Gracias por pasarte por mi blog y por "seguirme".

Julio dijo...

De este me gustó toda la historia, pero sobre todo el final, con "a buscar otra oscuridad se fue".

El final y el principio son fundamentales.

¡Un saludo! ^_^

Coni Salgado dijo...

una vez, un anaranjador de penumbras llegó a mí... y no importaban las razones escritas ni las no escritas...
que lindo texto...

**VaNe** dijo...

Julio Cesar: Así, tal cual. Gracias por pasar!

Marcela: Creo que todos somos anaranjadores de penumbras de alguien y (no lo olvidemos!) guardianes también. Gracias, beso!

Secta: Entonces habrá que seguir "escribiendo" a todo el resto de esos "tantos". Gracias!

**VaNe** dijo...

Fante: Bienvenido a la Aldea. Muchas gracias a vos, saludos!

Julio: qué bueno que así te parezca; ese final debe haber quedado mareado de tantas vueltas que le dí. Muchas gracias, saludos!

Coni: al igual que le dije a Marcela: creo que todos somos anaranjadores de penumbras de alguien y (no lo olvidemos!) guardianes también. Gracias por pasar, besote!

Anónimo dijo...

seamos guardianes y mariemos a los grisadores de claridades hasta que pierdan la nocion !
Diana .

**VaNe** dijo...

Diana: me encantó! Dale que sí, seamos!
Genial tu propuesta, gracias! Besos!